miércoles, agosto 22, 2007

Paul Potts

Hola!
seguro que muchos habéis visto a este hombre, paul potts, un humilde vendedor de móbiles que le gusta la opera, cantando opera en el factor x inglés.

esta es su historia (extraida de abc.es):
"
Paul Potts era un hombre lleno de complejos, en un país en el que el verbo «bulling» (acoso, intimidación) es vernáculo. Vendedor de teléfonos móviles con sobrepeso, un mar de timidez y una deuda de 30.000 libras le hicieron sentirse insignificante durante mucho tiempo, según sus propias palabras. Pero en un par de semanas, el pasado junio, todo cambió gracias al concurso «Britain´s Got Talent», el «Operación Triunfo» de Gran Bretaña. Allí triunfó por todo lo alto, emocionó al público e hizo llorar al jurado. Y luego vino la fama y un contrato millonario. Hoy, con una gira mundial en marcha para promocionar su disco, espera cumplir otro gran sueño la próxima Navidad: cantar en presencia de la Reina Isabel II.

La televisión produce estos «milagros» que redimen los deseos de una audiencia sedienta de cuentos de hadas, si ocurren después del telediario y siempre que tengan algún intermedio. Como producto televisivo, Potts era perfecto: era el patito feo bogando en su propio melodrama. Porque a los 14 años se rompió un diente en una aparatosa caída de camino al colegio y hubo de acostumbrarse a una sonrisa mellada.

Para colmo, a los 18, en vísperas de su graduación, un coche lo arrolló dañándole una vértebra, de resultas de lo cual perdió los exámenes y un año de colegio. La vida se cebaba con este hombre nacido en el sur de Gales en 1970 y cuyo nombre, para más inri, recuerda al más sanguinario dictador camboyano, el genocida Pol Pot. Nada parecía sonreírle, salvo el secreto amor por la música, por el bel canto, que finalmente, ha resultado ser mutuo.
La noche en que fue seleccionado, el jurado aparentemente desprevenido le preguntó:

¿Qué has preparado para hoy?
-Cantaré ópera -respondió, con sincera timidez, azorado.

El flemático Risto Mejide inglés de turno amartilló una ceja y disparó con la mirada típica de «hijo, no sabes dónde te metes». Pero sólo musitó: «Ok, cuando quieras», y entonces su prodigiosa voz se elevó sobre las sospechas y las frustraciones, dinamitando complejos y arrancando de los corazones del público gritos de admiración y ovaciones que parecen no tener fin. El jurado lloraba lágrimas de telefilme, se agitaba en sus sillas, tratando de cabalgar esa palpitante belleza que por sorpresa les desbocaba el pulso: el novato se había atrevido con «Nessun dorma», la hermosa aria de «Turandot». Y aquella música ejerció en directo su poder sobre los humanos corazones.

Como todo lo que nace en la tele se enturbia, han acusado a Potts de saber mucho más de lo que decía, de haber participado en cuatro óperas amateur, incluso en un concierto con la Royal Philarmonic, por el que no cobró, pero lo cierto es que hasta nuestra «Rosa de España» llevaba años cantando en bodas y fiestas antes ser tuneada con el «Celebration». En Gran Bretaña, el talento de Paul Potts se educó proporcionalmente en la maravillosa tradición de los coros -hay uno en cada iglesia, en cada colegio- y él mismo se ocupó de pulir su amor secreto con algunas clases en Italia. ¿Y qué? El talento no cae en directo como un don o como un cubo de agua.
Pero ahora viene lo más difícil. ¿Qué espera a Potts detrás de «Nessun dorma»? Cantar para la Reina, el cariño del público..., pero también millones, contratos, intereses discográficos, diseño de producción... Todo eso debe dar vértigo e insomnio. No pudo haber elegido mejor el título del aria.


Os dejo un video de la final de dicho programa. al principio del video está cuando le seleccionaron para entrar y luego llega la final del programa. a mi se me ponen todos los pelos de punta!



Agur!

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